29 de septiembre de 2009

Mi rincón


En la esquina están sobre la cama mis momentos buenos y mis momentos malos. Una guitarra apoyada contra la pared y un cuadro de los Beatles. Allí surgen todas mis historias. Es la cama de mis días tristes y de dos locos salidos. Está todo lleno de papeles escritos y los acordes se desparraman por el suelo. Una foto suya y otra mía. Me gusta cuando la lluvia choca contra la ventana del techo abuhardillado. Suena muy bien. Mejor que mi guitarra. Justo en frente hay un poster de Bruce y otro de Leiva con gafas de sol. Intento que algo suene bien, pero no es el día. Hay muchos vinilos, pero pongo uno de Dylan a girar. Es un genio, no hay otra palabra. No estoy tocando, pero mi espalda está contra la pared y abrazo la guitarra como no se... a mi hermano. No tengo frío. Pienso en ella, como siempre. Volverá. Suenan los Kooks, es mi móvil. Joder, no es Inés. Es suelo está lleno de cables que hacen formas muy extrañas pero muy bonitas. Me gustan. La quiero. dejo la guitarra y me meto en la cama.

Sean moderadamente felices, mucho no, que se acostumbran. Eduardo R. Pomar

2 comentarios:

  1. y al final,todo es la dulce y triste monotonía.

    grande eduardo :)

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  2. Me ha gustado tu texto, siempre estamos esperando ciertas llamadas al móvil ;).

    Yo también me pasaré por aquí de vez en cuando :). Saludos!!

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