4 de mayo de 2012

El urbanista triste.

Me dijo el urbanista triste
que todo era demasiado,
que el dolor se cuenta en vasos,
que la vida es demasiado larga.

Nuestra ciudad la hizo el diablo,
nuestra gente la ciudad.
Me dijo el urbanista triste
que la suerte está de nuestro lado.

No hay rincón de luz, ni de agua.
Todos son de sal.
No hay domingo sin lágrima,
no hay lunes sin paz.

No cabe el oxígeno en nuestro aire,
no cabe letra sin pensar.
Hasta la ropa de domingo
se la come el olor de la humedad.

Vivimos entre estatuas grises
que no conocen la piedad.
Me dijo el urbanista triste
que tuviera cuidado al caminar.


                           Inspirado en una canción de Nacho Vegas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario