13 de octubre de 2009

Sí, quiero.

Aún no es tarde pero ya es de noche. Estoy en mi habitación. Estoy cansado y tengo miedo. De muchas cosas, sí, de muchas cosas. Busco unas alguna foto por ahí de París y... joder, que triste. En la mayoría sale una puta rubia millonaria! Enfin... Intento encontrar alguna ocupación interesante pero no se me ocurre nada, así que aquí estoy, como siempre que quiero decir algo y no se el qué. Ahora mismo odio mi carácter paranóico. Sólo necesito oir 2 palabras o ver una sonrisa de complicidad en una esquina de mi pantalla. Odio dar las cosas por supuestas. Recuerdo llegar siempre tarde a verla. Caminando deprisa con las manos en los bolsillos de mi abrigo. He cambiado. En este tiempo me ha hecho diferente, me ha hecho mejor. Los que me conocen lo saben. En realidad creo que los dos nos hemos hecho mejores. Me da muy igual el destino. No le tengo miedo. Puedo con él. Sólo quiero verle la cara al despertarme todas las mañanas de mi vida. Darle todo lo que tengo y que ella haga lo mismo. Discutir por ver quien hace la cena y que no le gusten mis camisas. Que me mande dejar la guitarra y verla dormida. Ver una peli abrazados en el sofa mientras en la calle diluvia, o pasear y mojarnos juntos. Todas esas tonterías quiero y en todas esas tonterías pienso. Mucha suerte.

Canción recomendada: Mardy Bum (Arctic Monkeys)

Sean moderadamente felices, mucho no, que se acostumbran

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