12 de febrero de 2010

No por casualidad me temen en los casinos

Eh tú! Te quiero! Algunos me odian por ser yo. ¡Qué fácil es criticar mis pantalones! Es demasiado tarde. Te analizo, te estudio. Es lo que sé hacer. Da igual lo que haga, lo que beba, donde esté... Hay huecos tan grandes que Nadie puede llenar. Algunos me envidian y consideran que tengo más de lo que puedo pedir. ¡Es mentira, joder! Tengo demasiado poco. Si no os gusta no miréis. Lo tenéis tan fácil como yo lo tengo de difícil. Da igual lo que haga, lo que piense, lo que ame... ¡Da igual! Nada depende de mí. Posiblemente esté escribiendo cosas sin sentido porque la música atraviesa mis oídos, pero me da igual. Sólo se hacer lo que hago. No sé hacer nada mejor ni sé sacar de mí mi peor cara. A veces, hay gente incapaz de entender la sinceridad, la humildad, la verdad. No sé escribir, pero no presumo de hacerlo bien. Comprended la humildad. "El orgullo no es para los demás si no para uno mismo." ¿Me ha quedado bonito, eh? Me pides que disfrute. No puedo, no sé (una vez más). No hace falta que pongáis que esta entrada os ha interesado, porque sé que no es así. Amor + rabia. Impotencia. Para ella: no voy a cambiar. Para los demás: no voy a cambiar. Mente desordenada y brillante. "El día que no pueda más voy a matarte". Ojalá pudiese. No me gusta leer, no soy un cinéfilo, no conozco a Perón ni tengo ni idea de economía mundial. Mi objetivo es otro, ya lo sabéis. No necesito el reconocimiento de nadie, ni cumplir ninguna espectativa, ni justificarme. Sólo necesito mi tranquilidad y mis propias respuestas (y las tuyas). Mi objetivo es la felicidad y tú formas parte de ella. (ooooooh, que bonito!)Buenas noches.

Sean moderadamente felices, mucho no, que se acostumbran. Eduardo R. Pomar

No hay comentarios:

Publicar un comentario