Música en las esquinas, música en tu cama, música en la mía. Música en la calle y en mis zapatos. Música en la copas y en los bares. Música en mí. Música sube por las paredes y baja por las calles. Música los coches, música la gente. Música. Música en tus silencios y en tus mensajes. Música en los míos. Música viene, se va, me deja. Música en el papel y en cada página. Música en tu espalda. Tanta música en el miedo... Música en tí.
Sean moderadamente felices, mucho no, que se acostumbran. Eduardo R. Pomar
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